En primer lugar, recibe la señal un “conversor de medios”. En el caso de que la señal nos llegue por fibra óptica, este dispositivo se encarga de convertir los impulsos de luz en señales eléctricas.
Hay otro tipo de aparatos que reciben la señal por la línea telefónica (ADSL…) en este caso este dispositivo es un MoDem (Modulador Demodulador) que convierte señales analógicas en digitales.
Después, tenemos un Router, un swicth y un AP.
Todo esto que el ISP entrega de forma gratuita al usuario doméstico, suele ser de una calidad bastante pobre.
Está diseñado para pocos usuarios y poco tráfico. Si se usa en un entorno empresarial, como en un hotel, suele fallar al no tener capacidad para más usuarios y tráfico, se satura, no da procesado los paquetes y termina haciendo que la red colapse.
En estos casos, lo conveniente es comprar equipo de mayor capacidad.
Para hacer esto, es necesario conectar el equipo externo que compramos con el que nos proporciona el ISP.
Este equipo se configura en “Modo Puente”, de forma que lo único que trabaja es el conversor de medios, entregándole la señal al equipo externo para que este la procese.